Parece una contradicción que ahora que llega la época de frío sea el momento de plantearse la idoneidad de esquilar a nuestro caballo. Porque, efectivamente, el pelo es algo natural que les protege del frío, y por ello, sólo es conveniente cuando el animal vaya a tener una gran actividad en invierno. De no ser así, no será necesario esquilarlo.
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