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≫ Terapias con caballos - Equinoterapia

Hace tiempo que no hablábamos en nuestro ‘Blog De Raza’ de los beneficios que la equinoterapia tiene para una gran diversidad de discapacidades y patologías, además del placer que cualquier ser humano puede experimentar al montar a caballo.

Entrar en contacto con animales, y especialmente con caballos, nos puede enseñar desde pequeños a forjar nuestro carácter con atributos como la paciencia, el sentido de las responsabilidades, la voluntad, la calma, el rigor, la autoconfianza,... porque el caballo es un auténtico receptor de nuestras emociones.

Y puede ser un auxiliar curativo muy competente para acompañar a personas con discapacidad física o con trastornos psicológicos. El animal ejerce un papel protector, y se convierte en el vínculo “milagroso” por el cual el paciente retoma el contacto con el mundo exterior, con el consiguiente beneficio para el cuerpo y el espíritu.

Los inicios de la equinoterapia se remontan a 1960, y sus precursores fueron suecos y noruegos, aunque fué en Inglaterra y Francia donde su aplicación se extendió rápidamente y donde se formaron las primeras asociaciones. El primer Congreso de Reeducación con la equitación tuvo lugar en París en 1974.

Tipos de terapias con caballos

Las sesiones de terapia con los caballos no son momentos de aprender a montar, ni sesiones de ocio, sino tiempos de acompañamiento terapéutico prescritos o indicados por un médico.

   - La equinoterapia es un cuidado psíquico que está basado en la presencia del caballo como mediador terapéutico. La ayuda brindada en ese marco puede ser psíquica o corporal. No se practica únicamente montado en el lomo del caballo sino también solamente en contacto con él, puesto que el tacto tiene un papel importante, así como el diálogo con el terapeuta. Las actividades están adaptadas precisamente a la persona que está recibiendo los cuidados.

   - La hipoterapia se define como una forma de tratamiento fisio-terapéutico que utiliza como finalidad terapéutica el paso de los caballos. Es un método de reeducación funcional. En comparación con la equinoterapia, esta forma  es más pasiva. El jinete no tiene acciones sobre el caballo, no le pide nada. Sólo siente los movimientos provocados por el desplazamiento del animal.

   - La TAC o Terapia por el Caballo creada en Francia en los años 80 por Renée Lubersac, se aproxima a la equinoterapia en su concepción actual. Esta reeducación por medio de la equitación es motriz, afectiva y cerebral. El jinete tiene una posición ACTIVA.

   - La RPC o Reeducación Por el Caballo necesita una formación específica Caballo-Discapacidad.

Se puede resaltar que las nomenclaturas siguen siendo confusas y no hay unanimidad ni siquiera en el medio de los profesionales. De todos modos, esas diferentes terapias reposan en el bienestar a través del encuentro y el desarrollo de la comunicación con el caballo.

A quién puede beneficiar la equinoterapia

Se dirige a cualquier persona, niño, adolescente o adulto que necesite cuidados, dentro de patologías físicas o mentales, o que presente dificultades psíquicas o psicológicas (depresiones, disturbios de comportamientos alimenticios, adicciones, desorientación,…) o en una ruptura social.

La hipoterapia está particularmente adaptada para personas que sufran esclerosis múltiple, pero también para las personas que presentan trastornos del lenguaje, psicosis infantil, hiperactividad o dificultades de orientación.

El único requisito es tener el deseo de vivir una complicidad y de hacer un trabajo con los caballos para ir reduciendo los límites impuestos por una discapacidad.

Objetivos

La equinoterapia pretende cuidar “los males del espíritu”, por lo que sus objetivos prioritarios prevén llevar a la plenitud, mejorar y corregir. Pero en concreto, se pueden alcanzar los siguientes logros:

   - Desarrollar el equilibrio gracias al paso del animal, con trote lento para que sea tranquilizante y agradable, movilizando la pelvis hacia delante, hacia atrás y hacia los lados.

   - Divertirse por medio de juegos.

   - Desarrollar la musculatura, porque bien practicada, la equitación no provoca dolor de espalda, al contrario, desarrolla los músculos y puede incluso corregir una escoliosis naciente.

   - Trabajar las manos, tomando las riendas para caballos, las crines, acariciando el pony o cepillándolo.

   - Disfrutar con la actividad

Beneficios

La equinoterapia es beneficiosa para las personas con discapacidad o con polidiscapacidad porque les permite practicar un deporte, sin siquiera darse cuenta de ello. De hecho, es el único deporte que se practica con un animal. El movimiento de pelvis que crea el paso del caballo es inconsciente, y es una sensación nueva para algunas personas en silla de ruedas y una ocasión agradable de desplazarse. El caballo puede hacer que el jinete con una discapacidad importante experimente un movimiento que tal vez no podría sentir por sí mismo y hacer que trabaje partes de su cuerpo que, por su discapacidad, no se trabajan.

La TAC trabaja el equilibrio, a menudo precario debido a la discapacidad, y permite ajustar mejor la tonicidad frente a situaciones nuevas. El ritmo del paso del caballo es similar al ritmo cardíaco (unos 70 pasos por minutos). Es por ello agradable y tiene un efecto tranquilizante.

El contacto con los caballos y la naturaleza animan, motivan el encuentro y a menudo es sinónimo de plenitud y de adquisición de autonomía. Sólo tenemos que imaginar lo que ocurre en la mente de un niño en silla de ruedas que, un día, toma conciencia de que ¡ya no necesita levantar la cabeza para mirar a los demás!

Los puntos que podemos resaltar como principales beneficios son los siguientes:

   - Favorecer la comunicación verbal y no verbal

   - Inducir la toma de iniciativas, una autoconfianza y una valorización del individuo

   - Mejorar el tono muscular

   - Mejorar el equilibrio y la noción de espacio

   - Favorecer el descanso

   - Favorecer la percepción del esquema corporal y la ubicación en el espacio. Hay un despertar del cuerpo que está a menudo inerte y poco estimulado, el cuerpo vive y la mirada del niño se ilumina.

   - Favorecer la relación y la gestión de las emociones.

Los caballos ofrecen una segunda característica esencial en el trabajo con la persona con discapacidad: no le juzgan nunca. Nada en su mirada o en su actitud deja entender rechazo o incomprensión. Acepta en su totalidad a la persona con discapacidad siempre y cuando esa persona lo respete en su realidad de caballo. No hay diferencia entre una persona con minusvalía y una “válida”.

Esperamos que este artículo os haya resultado interesante, y ya sabéis que si tenéis alguna consulta, estamos a vuestra disposición en nuestra tienda de Collado Villalba (Madrid), en Facebook y en el email: deraza@tiendahipicaderaza.es 

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