≫ Preparando a nuestro caballo para el otoño
Estrenamos una nueva estación, y es el momento de revisar la cuadra de nuestro caballo para que esté cómodo y limpio de cara a los meses más fríos del año.
Lo primero que debemos hacer es remover o quitar la cama vieja, es decir, la paja, para proceder a su aireado y añadir paja nueva. Como resultado, el suelo estará más esponjoso y con más volumen. Una buena señal de que hemos realizado un buen trabajo es que cuando el caballo vuelve a su box, se revuelca en el suelo, igual que lo hacen los perros. Dependerá mucho del carácter y costumbres de cada caballo, pero suele indicar que el caballo está feliz de "estrenar su nueva cama", aunque ello suponga un cierto destrozo de la tarea de limpieza que acabamos de realizar.
La limpieza de los boxes hay que realizarla asiduamente, pero en especial cuando nos acercamos a cambios climatológicos importantes. El tiempo y esfuerzo empleados en esta tarea redundará en la comodidad de nuestro animal.
Esta limpieza de los boxes, en instituciones hípicas o lugares en los que se realiza "pupilaje" (cuidado) de caballos, no suele ser realizada por los dueños, sino por los empleados del centro hípico en cuestión. Pero nos dediquemos o no a la limpieza personalmente de nuestro caballo, debemos saber y controlar que se haga adecuadamente, porque de ello dependerá tanto la salud, como incluso el buen rendimiento físico o el humor del equino.
Es muy importante recordar que la salud de nuestro caballo está íntimamente ligada con la higiene del lugar donde vive. Por eso es tan importante mantener una correcta rutina de limpieza de la caballeriza.
La higiene debe de ir mucho más allá e incluir la eliminación de parásitos o cualquier tipo de microbios que tan habitualmente acostumbran a convertirse en compañeros de nuestros animales.
Debemos ser conscientes de los numerosos problemas que puede acarrear una caballeriza sucia, ya que cualquier herida no sólo tardará más en sanar si hay suciedad, sino que además puede infectarse incrementando notablemente el problema; enfermedades como la sarna o la tiña se dan en ambientes que no se mantienen correctamente; los cascos se estropean más rápidamente si permanecen más tiempo entre el estiércol y la orina… todo ello sin hablar del peligroso deterioro que sufren los alimentos en este tipo de ambientes y las graves consecuencias que puede tener la ingesta de productos en mal estado, como ya comentábamos hace unas semanas, en nuestro post sobre la desparasitación interna.
En definitiva, un buen cuidador debe tener muy en cuenta la labor de limpieza de las caballerizas.
En esta época también notaremos cambios en el terreno cuando salgamos a pasear con nuestro caballo, porque las primeras lluvias provocarán barro y algo de viento en ocasiones. Debemos ir acostumbrando poco a poco a nuestro animal a estas nuevas condiciones, y estar atentos a sus reacciones, aunque de nuevo influirá de forma determinante el carácter del equino.
De hecho, hay caballos que disfrutan con el barro y la lluvia, pero debemos tener cuidado de que no se lesionen, por los riesgos que implica este tipo de terreno.
Y podemos aprovechar para que el veterinario realice una revisión de nuestro caballo para detectar posibles carencias en su alimentación o pequeñas lesiones, que cuanto antes se detecten más sencillas serán de solucionar.
Si nuestro animal ha desarrollado menor cantidad de ejercicio durante los meses calurosos del verano, será necesario también comprobar si su peso es adecuado, para ir adaptando su actividad física de manera progresiva, pudiendo añadir a su alimentación algún tipo de suplemento vitamínico que le ayude a recuperar totalmente la forma física.
Esperamos que estos consejos os hayan sido de utilidad y si tenéis cualquier consulta, ya sabéis que estamos a vuestra disposición en nuestra tienda de Collado Villalba (Madrid), en Facebook y en el email: deraza@tiendahipicaderaza.es