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≫ Tratamiento y prevención del cólico equino - Parte II

Continuamos con el tema que iniciamos la semana pasada en nuestro ‘Blog De Raza’, para conocer cómo debemos actuar y si es posible prevenir los cuadros de cólico en nuestro caballo.

Tratamiento del cólico en caballos

Lo primero que hay que tener en cuenta es que debe ser el veterinario quien realice un examen general de tu caballo para evaluar parámetros como:

   - Frecuencia cardíaca

   - Frecuencia respiratoria

   - Temperatura rectal

   - Temperatura de sus extremidades

   - Coloración de las mucosas

   - Nivel de deshidratación

   - Sonidos intestinales

Puede también proceder a un examen rectal para determinar la posición, el tamaño y la movilidad de los órganos. Así podrá determinar la presencia de un tapón, una acumulación de gases o una zona especialmente dolorosa.

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En algunos casos, el veterinario puede realizar una intubación naso-gástrica con una sonda: pasa la sonda por un ollar para llegar al esófago y luego al estómago. Con esta acción puede determinar si el estómago está sobrecargado de agua y alimentos y proceder a su descompresión. Además, le permite introducir medicamentos directamente en el estómago.

Una vez realizado el diagnóstico, el veterinario decide si se puede tratar allí mismo al caballo o si debe ser trasladado a una clínica -en el caso de que sea más grave-, y podría realizar analíticas sanguíneas complementarias. Si el cólico es tratable in situ, el veterinario le dará analgésico a tu caballo para aliviarle.

Una vez que se haya ido el veterinario no hemos acabado: debes vigilar a tu caballo durante varios días para controlar una posible recidiva, especialmente una vez que el analgésico deja de hacer efecto. El caballo deberá hacer ayuno durante un tiempo antes de darle progresivamente comida de nuevo. El tiempo de ayuno y el tiempo de descanso de tu caballo lo marca el veterinario: deberás seguir sus consejos y sus indicaciones.

Que tu caballo coma y defeque de nuevo no es suficiente: todos los parámetros que observamos durante el examen inicial deben volver a valores normales para considerar que el cólico se ha resuelto.

Causas y prevención del cólico

Los cólicos son debe ser tratado como una urgencia, ya que el 5% son muy graves y pueden causar la muerte del caballo. El 90% de los cólicos tienen origen digestivo y solo un 10% son extra-digestivos, es decir, pueden tener un origen uterino o urinario. Entender los factores desencadenantes de los cólicos es primordial no solo para un buen tratamiento, sino también para prevenir los cólicos y reducir el riesgo al máximo.

Cuando la causa es digestiva, el cólico puede deberse a una impactación -una acumulación de alimentos que forman un tapón-, a una dilatación de órganos, a un desplazamiento o a una torsión intestinal. Estas patologías digestivas pueden deberse a un cambio en la comida, a los bebederos que se congelan en invierno o incluso al estrés.

   - La causa más frecuente de cólico es el parasitismo: la migración de las larvas de los estróngilos daña la pared  intestinal, rica en vasos sanguíneos. Estos vasos quedan obstruidos y dejan de irrigar correctamente el intestino, lo que causa el dolor del caballo. Se sospecha que los gusanos planos también puedan causar cólicos. Debes vermifugar a tu caballo con regularidad -de 2 a 4 veces al año-, alternando los productos para no crear resistencias.

   - Ciertos caballos tienen cólicos frecuentemente, mientras que otros no los padecen nunca. Si tu caballo tiende a sufrir cólicos, debes valorar su ración alimentaria, su ejercicio y su modo de vida. Por ejemplo, un caballo tiene cólicos repetidamente desde hace algunas semanas, hablando con los dueños, el veterinario se da cuenta de que los problemas empezaron  tras cambios en el pienso de la cuadra: la calidad del heno no convenía a este caballo.

   - La transición alimentaria es muy importante: cuando llega el invierno pasas a tu caballo de la pradera al box o cuando llega el buen tiempo lo sueltas en la pradera. Su sistema digestivo contiene una flora compuesta por buenas bacterias y enzimas que son diferentes según el régimen del caballo. Un cambio demasiado rápido de comida no permite a tu caballo adaptarse y no consigue digerir correctamente los alimentos, lo que provoca diarreas, calambres intestinales y cólicos. Piensa en realizar el cambio de forma progresiva, al menos durante varios días.

   - La causa puede estar en el agua: debes asegurarte que el caballo tiene siempre acceso a agua fresca y limpia. En invierno debemos comprobar que la tubería no se congela. La falta de agua causa una deshidratación que afectará primero a los órganos del sistema digestivo -en este caso las heces serán duras y secas-, y el tránsito digestivo se ralentizará. Si te das cuenta de que esta ha sido la causa, no le des demasiada agua a tu caballo sediento: es mejor que le des agua tibia en varias tomas. Efectivamente, mucha cantidad de agua de golpe o agua demasiado fría puede acarrear un cólico. También ten en cuenta que un caballo acostumbrado a beber en un cubo no entiende de repente el funcionamiento de los bebederos automáticos: tendrás que enseñarle y deberás controlar que está bebiendo observando que el contador de agua de su box aumenta.

   - Muchos cólicos no ocurrirían si el caballo estuviera en una pradera: si tu caballo está en un box debes proporcionarle ejercicio suficiente y asegurarte que come suficientes fibras y en pequeñas cantidades frecuentes. El caballo tiene un estómago pequeño y es mejor que coma al menos dos veces al día que una sola vez o incluso si puedes dale de comer en tres veces, mucho mejor. Además, comprueba el estado de sus dientes con regularidad: unos dientes en mal estado no permiten una buena masticación y puede ser un factor de riesgo.

Existen muchas otras causas de cólicos en los casos de potros, de yegua gestante o de un semental, pero no son tan conocidas. Aplicando estos consejos podrás reducir el riesgo de cólico en tu caballo y en caso de que lo sufra sabrás reconocerlo.

Esperamos que este artículo os haya resultado interesante, y ya sabéis que si tenéis alguna consulta, estamos a vuestra disposición en nuestra tienda de Collado Villalba (Madrid), en Facebook y en el email: deraza@tiendahipicaderaza.es 

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