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≫ El descanso de los caballos

Hoy dedicamos nuestro post a una de las actividades diarias más importantes para nuestros caballos: su descanso

Cómo, dónde y cuánto duerme nuestro caballo son cuestiones tan importantes, que de ellas dependerá después su ritmo diario e incluso su carácter, como con frecuencia nos sucede a las personas.

Las diferentes pautas de conducta de los caballos se repiten de forma habitual. Su organismo dispone de estructuras que reguladas por factores ambientales mantienen la periodicidad del comportamiento. Entre estos factores, la luz desempeña un papel fundamental. Los caballos pasan la mayor parte del día de pie y solo se estiran durante una determinada fase del sueño. Por este motivo, el sueño para ellos es una necesidad fisiológica y su privación debe evitarse. Para optimizar su descanso, es muy importante contar con todos los accesorios para cuadras relacionados con el descanso que puedes contar en nuestra tienda online.

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El reloj natural de los caballos

Aunque su actividad diaria sigue determinadas rutinas, los animales no disponen de relojes para medir el tiempo como nosotros. En lugar de ello, su organismo dispone de un reloj natural interno, capaz de ajustar el funcionamiento del cuerpo a los diferentes momentos del día y a las diferentes estaciones del año.

Este reloj interno les permite regular, por ejemplo, los ciclos de sueño y vigilia, o la llegada del celo en una determinada época del año. El principal elemento que utiliza el organismo del caballo para mantener su reloj “en hora” es la luz y su variación entre el día y la noche. Además de para regular los períodos de descanso, el ciclo de luz sirve para ajustar otras muchas funciones. Los sementales, por ejemplo, secretan una mayor cantidad de testosterona, la hormona masculina, durante el día que durante la noche.

Además de los ciclos de luz y oscuridad, existen otros factores ambientales, como la temperatura o la presión atmosférica, que influyen sobre los ritmos biológicos del caballo.

El control de los ritmos circadianos lo llevan a cabo dos estructuras del sistema nervioso central: el hipotálamo y la glándula pineal, esta última productora de la hormona melatonina. Durante la noche la glándula pineal secreta melatonina, que se encarga de regular muchas funciones fisiológicas, como la conducta sexual.

Cuando una conducta o una cierta actividad fisiológica se repite cada año decimos que sigue un ritmo anual y cuando lo hace cada día decimos que sigue un patrón circadiano.

Como duermen y descansan los caballos

En general, los carnívoros pasan más tiempo dormidos que los herbívoros. Una de las razones para ello es que un depredador, sobre todo si es de gran tamaño, no debe preocuparse demasiado por si va a ser atacado. Por el contrario, para los herbívoros la vigilancia y la alerta son estrategias fundamentales de supervivencia.

El caballo pasa la mayor parte del día de pie, hasta un 90% de su tiempo. Este comportamiento les permite estar preparados para, si las circunstancias lo exigen, huir con rapidez, algo que no podrían hacer si estuvieran tumbados.

Para descansar mientras está erguido el caballo ha desarrollado un sistema anatómico denominado aparato recíproco de sostén. Mientras el caballo mantiene relajada la extremidad izquierda, la derecha soporta todo el peso de los cuartos posteriores.

Si una persona intenta hacer lo mismo, al poco tiempo siente un fuerte agotamiento en la extremidad que se mantiene en tensión. En el caso del caballo, el aparato recíproco de sostén permite mantener extendida la extremidad sin apenas hacer esfuerzo muscular. Ello se debe a una combinación de tendones y ligamentos que permiten mantener la extremidad erguida sin la intervención de los músculos. Cada cierto tiempo el caballo alterna la extremidad extendida y la que se encuentra en flexión.

También nos preguntamos muchas veces si los animales, en este caso los caballos, son capaces de soñar como nosotros. La imposibilidad de establecer una comunicación verbal con los animales hace que esta pregunta no pueda ser respondida. Pero estudios electrofisiológicos sobre la actividad del cerebro, demuestran que los caballos presentan una de las fases del sueño idéntica a la que en el hombre se corresponde con la experiencia onírica. Esta fase se denomina sueño REM (del inglés Rapid Eye Movements, movimientos oculares rápidos) o sueño paradójico. Por lo tanto, puede afirmarse que los caballos con mucha probabilidad sueñan, aunque el contenido de sus sueños será siempre un enigma.

La fase REM es el único momento en el que el caballo debe encontrarse estirado en el suelo. Es una fase del sueño imprescindible para la vida y su privación causa importantes alteraciones en el animal, que puede llegar a morir. El caballo no puede entrar en sueño REM si se le impide estirarse, algo que puede suceder en transportes de larga duración o en otras condiciones donde su el espacio o la movilidad se ven reducidas.

La función biológica del sueño todavía no se conoce, pero se ha especulado con la posibilidad de que sea un sistema para ahorrar energía, depurar las sustancias químicas del cerebro o fijar el aprendizaje y los recuerdos que se han adquirido el día anterior.

Esperamos que este artículo os haya resultado interesante, y ya sabéis que si tenéis alguna consulta, estamos a vuestra disposición en nuestra tienda de Collado Villalba (Madrid), en Facebook y en el email: deraza@tiendahipicaderaza.es 

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