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≫ El cólico equino – Parte I

Esta semana vamos a tratar en nuestro ‘Blog De Raza’ una de las enfermedades más habituales de los caballos, el cólico equino.  Para desarrollar con el detalle que merece, lo hemos dividido en dos partes, que podréis consultar también la próxima semana. Recuerda que en nuestra tienda hípica encontrarás todo tipo de productos para el cuidado y la cura del caballo.

El cólico equino es la primera causa de mortalidad en los caballos y muchos propietarios tienen que hacerle frente alguna vez a lo largo de los años ya que es la enfermedad más frecuente del equino adulto. El síndrome cólico se define como un dolor abdominal de orígenes variados.

Como bien sabemos, el caballo es un animal hipersensible y las manifestaciones exteriores del cólico pueden ser impactantes. Algunas especificidades del caballo pueden complicar la situación ya que no puede vomitar, con lo cual el alimento que ha llegado al estómago está obligado a seguir su paso hacia el tracto digestivo. Además ciertos parásitos como los estróngilos causan un estrechamiento de las arterias del sistema digestivo, y esto puede empeorar el cuadro.

Afortunadamente menos del 10% de los caballos con cólico requieren cirugía. En todo caso el síndrome cólico es una de las patologías equinas más importantes por su gravedad y su frecuencia, y en este post vamos a explicar lo que debes saber sobre el cólico en los caballos.

Los síntomas del cólico

El cólico o síndrome cólico se define como un dolor abdominal, con origen generalmente intestinal, aunque menos frecuentemente puede ser renal. Los detectores nerviosos ultrasensibles de los intestinos reaccionan al más mínimo malestar, que puede manifestarse de diferentes formas según el caballo.

La intensidad de los síntomas no está necesariamente relacionada con la gravedad del problema: algunos caballos son muy expresivos o incluso un poco actores y exageran los signos, mientras que otros intentan esconder su malestar. Pero a continuación detallamos algunas señales que deben llamar tu atención y hacerte sospechar de un cólico:

   - Tu caballo tiene falta de apetito pero la barriga puede estar hinchada, puede estar letárgico o al contrario agitado, no está atento a su entorno.

   - Está anormalmente inquieto: se tumba y se levanta con frecuencia, o puede agachar la cabeza mirando al suelo como si se quisiera agachar.

   - Tiene miradas ansiosas, puede bostezar, a veces hace el flehmen: levanta el labio superior enseñando la parte interior y mucosa de ésta.

   - Un caballo con síndrome cólico puede también relinchar, tener las orejas hacia atrás, transpirar sin razón.

En general, un cambio de comportamiento en tu caballo debe llamarte la atención.

No es raro que un caballo con cólico se ponga en posición de orinar pero que no orine nada: por ello es frecuente que los propietarios llamen al veterinario diciéndole que “el caballo no consigue orinar”. Normalmente en esos casos no hay ningún problema de micción, sino un síndrome cólico.

Otras señales: rasca el suelo de forma inusual con sus patas anteriores, se revuelca de forma rara para intentar aliviar su dolor o se mantiene tumbado en su espalda, lo que tiende a aliviar especialmente los potros, se mira la barriga y los flancos, puede incluso darse golpes en la barriga con uno de sus posteriores. En ocasiones las heces pueden ser blandas o inexistentes, y en algunos casos el caballo está en shock: tiene las extremidades frías y las membranas mucosas cianóticas (azuladas) y el pulso rápido.

Ten en cuenta que un caballo que sufre un cólico puede ser violento debido al dolor: puede dar una patada o dejarse caer al suelo repentinamente, por lo que es importante que vigiles que los niños no se acerquen a un caballo con cólico.

¿Cuándo llamar al veterinario?

El cólico es siempre una urgencia, por lo que debes avisar a tu veterinario de inmediato para que examine a tu caballo y determine la causa para intervenir lo antes posible.

Aunque algunos trastornos como el estreñimiento puedan solo ser una molestia temporal, la reacción del caballo hace pensar en una complicación grave. Es importante aliviar el dolor de tu caballo para que no se haga daño y no se revuelque. Por tanto, debes llamar a tu veterinario cuanto antes para que le administre un sedante.

¿Qué hacer mientras espero al veterinario?

Un caballo con cólico que está tumbado o que se revuelca puede aumentar el riesgo de rotura o de torsión intestinal. Si no está de pie, el examen del veterinario y su intervención estarán limitados. Un consejo importante es pasear a tu caballo: hazle caminar si acepta pasear con tranquilidad, ya que esto favorece la movilidad del sistema digestivo y estimula el tránsito, además de ayudar a la expulsión de gases.

Ten en cuenta que una parte importante de los fallecimientos de caballos por cólicos se debe a que el caballo dobla brutalmente sus anteriores por un dolor subagudo y se deja caer violentamente contra el suelo duro lo que puede causar roturas gástricas. Por eso, si tu caballo no se quiere levantar tras insistir un poco es mejor no forzarlo.

La próxima semana os contaremos qué tratamiento debe aplicarse a un caballo que padece un cólico y también cuáles son las causas y cómo podemos prevenir esta dolencia tan frecuente.

Esperamos que este artículo os haya resultado interesante, y ya sabéis que si tenéis alguna consulta, estamos a vuestra disposición en nuestra tienda de Collado Villalba (Madrid), en Facebook y en el email: deraza@tiendahipicaderaza.es 

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