≫ El cambio de pelo en los caballos
Todos los animales cuentan con una capa protectora, que puede estar formada por escamas, plumas, pelo o pelaje.
En los caballos se presenta como pelaje, y está formado por una capa básica que contiene varios colores y que se puede modificar o no por factores como por ejemplo el albinismo, y otra de intensificación que puede variar por su clasificación o su genética. No se puede determinar el pelaje a un potro, porque al crecer puede tener lugar una muda de pelo que le haga cambiar de color.
La capa de base es la predominante en el animal. Pueden ser simples como la capa blanca que corresponde a los caballos albinos o blancos, la capa roja del alazán, el colorado, tostado y dorado, la capa negra del azabache y oscuro, la capa amarilla del bayo y gateado, y la capa gris que está presente en los equinos lobunos.
Hablamos de un pelaje simple cuando los caballos poseen un solo color en todo su cuerpo. Y existe una categoría concreta cuando la cola, crin y cabos son del mismo color –por ejemplo en el alazán-, y cuando tienen esas mismas partes de un color más oscuro que el de fondo.
Pero hoy no vamos a hablar de los distintos colores de las capas que puede presentar un caballo, sino que queremos aportar algunos consejos para ayudar a nuestros equinos a llevar a cabo la muda de pelaje.
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La fase de muda se produce a finales de enero. El pelaje de los caballos naturalmente produce una ligera capa aceitosa con objeto de repeler el agua de las lluvias pero si observamos demasiada cantidad tenemos que tener en cuenta un posible exceso en el suministro de proteínas y almidón a través de la alimentación. De igual forma, cuando el tacto del pelo es áspero, puede significar una aporte escaso de nutrientes. En principio, es normal que los caballos pierdan el pelaje en grandes cantidades y llevaremos un control correcto de la muda si diaria o semanalmente cepillamos a fondo a nuestro compañero.
Le ayudaremos a limpiar a fondo su piel eliminando el pelo viejo, la dichosa caspita que es tan difícil de quitar y le ayudaremos a disminuir el picor que el cambio de pelaje les produce. Esta tarea se hace más fácil con los artículos de limpieza adecuados.
Si nuestro caballo se rasca en exceso, realizando movimientos repetitivos en los que observemos que está incómodo, debemos consultar con nuestro veterinario para que nos aconseje, porque tal vez pueda tratarse de alguna alergia cutánea o irritación a la cual tengamos que ponerle remedio.
Con el paso de los años, el metabolismo de los caballos cambia y es más lento. El margen de tiempo óptimo en el cual el pelo del caballo debe haber sido eliminado por completo, oscila entre finales de enero hasta abril o mayo. En ese tiempo hay que fijarse también en otro aspecto, como la largura, pues teniendo un esquema de las características que hemos ido definiendo.
Podría darse el caso de que nuestro caballo padezca el síndrome de Cushing, que se corresponde con una alteración metabólica producida por una disfunción de una parte concreta de la glándula pituitaria del caballo, concretamente la parte intermedia, situada en la base del cerebro, que altera la producción de estas hormonas se aumenta la producción de ACTH y se libera más cortisol de lo normal desde las glándulas adrenales provocando un aumento de cortisol en sangre. Puede ocurrir en caballos con 16 o más años y es un síndrome que no tiene por qué perjudicar la vida de nuestros animales. Al contrario, pueden llevar una vida activa y feliz.
Para saber exactamente si se trata de un caso de Cushing habría que hacer un diagnóstico específico a través de un análisis de sangre. A veces los medios de comunicación relacionados con el caballo crean alarma en los propietarios con demasiada frecuencia… así que calma, que llevando una buena alimentación, aseo e higiene de nuestros animales no tiene por qué haber ningún tipo de complicación.
Según la edad de los caballos, sus capas cambian y crecen, y como comentábamos al principio, si es un potro de menos de un año y medio lo mejor es esperar a que tenga esta edad para empezar el manejo del pelaje. Lo más normal en los caballos jóvenes es tener capas desuniformes y pelo largo, pero después, la suplementación mineral y vitamínica son los aliados indispensables para un bello pelaje.
En definitiva, si no habéis empezado ya, animaros a cepillar muy bien a vuestros caballos, darles una buena ducha y esquilarlos, para que luzcan preciosos los meses de buen tiempo y podáis disfrutar de vuestros momentos juntos.
Esperamos que este artículo os haya resultado interesante, y ya sabéis que si tenéis alguna consulta, estamos a vuestra disposición en nuestra tienda de Collado Villalba (Madrid), en Facebook y en el email: deraza@tiendahipicaderaza.es