≫ Cómo ganarte la confianza de tu caballo
El grado de confianza que existe entre el caballo y el jinete es fundamental para conseguir que el entendimiento sea óptimo, lo que facilitará a su vez el adiestramiento del animal. Pero como hemos comentado en otras ocasiones, la buena memoria de los caballos hace que si ha tenido una mala experiencia con alguien, muestre hacia él cierta desconfianza. Recuerda que en De Raza encontrarás todo tipo de artículos para el cuidado de tu caballo.
La confianza se gana con el tiempo y con paciencia. Como sucede con otros animales -y entre los propios seres humanos-, las relaciones duraderas se fraguan mediante el contacto constante. Por eso es importante que pases mucho tiempo con él. Visítalo siempre que puedas, simplemente para hacerle compañía. Y te recomendamos que también colabores en su cuidado.
Además de grandes dosis de paciencia, una actitud calmada por tu parte también será percibida por el animal. Si tú mismo estás nervioso cuando estás interactuando con él, lo único que conseguirás es que el caballo se ponga nervioso.
Acercarse al caballo
El caballo es un animal muy tranquilo, por lo que alterar este estado es generarle desconfianza. Por eso, tenemos que cuidar hasta el más mínimo detalle, comenzando en el modo en el que nos acercamos a él.
Recordemos que la visión del caballo es periférica, por tener los ojos situados a los lados de la cara, y no de manera frontal como nos sucede a los seres humanos, lo que hace que su visión sea eminentemente lateral. Esto hace que tenga nula visibilidad en su parte trasera, y también un punto negro en su parte frontal.
Por eso, cuando nos acerquemos al caballo, sin asustarle, debemos hacerlo por donde tiene su campo de visión, por uno de los lados. Y sucede lo mismo cuando lo paseamos, porque si nos situáramos detrás del animal puede provocar que se asuste y que reaccione con una coz.
El tono de “conversación”
Conocer tu voz también será importante para ganar una mayor confianza. Todos los amantes de los animales les hablan, les dan conversación. Y los animales lo agradecen, de verdad.
En el caso de los caballos, si tenemos un tono de voz elevado, tendremos que moderarlo para que no sea así. Conviene que hablemos a nuestro caballo en un tono bajo y suave, con el fin de no alterarlo.
Darle de comer
Ya sabemos que la persona a la que más respeto le tiene siempre un animal es a aquel que le da de comer, por lo que darle alimentos le generará bienestar. Puedes probar a darle frutas, como la manzana, el albaricoque o piñas, así como vegetales, como la consabida zanahoria o la calabaza, por ejemplo, que les encanta.
Para darle de comer, primero tienes que acercarle la pieza de fruta a la nariz para que te huela. Si notas que dándole estas piezas, el caballo no se siente cómodo, puedes dejarlas en el suelo para que él mismo las ingiera.
Acariciar y cepillar al caballo
El contacto tranquilo se transmite directamente al caballo. Por eso son tan dóciles cuando se les acaricia. Siempre que se les visite, acariciarle suavemente puede ser una buena manera de que siempre relacione con tranquilidad, lo que es algo muy positivo.
Sin embargo, hay que saber cómo acariciar a un caballo, puesto que hay ciertas zonas que es mejor no tocar y porque hay que hacerlo paso a paso. En primer lugar, al igual que con la comida, hay que acercar la mano hacia la nariz del caballo para que éste la huela y te relacione con el olfato en posteriores ocasiones. Después, se acaricia las zonas que le son más agradables al caballo: el cuello, la espalda y el muslo.
Cepillarle es otra forma de estar en contacto con el animal. Te recomendamos que lo cepilles siempre que lo visites y preferiblemente, si no se altera, sin atarlo. Si no es con el cepillo, puedes pasarle los dedos suavemente.
Dar un paseo
Caminar junto a tu caballo también puede ser de gran ayuda para generar una mayor confianza entre ambos. Pasea junto a él por la finca, al principio y con el tiempo, podrás pasear con él por el campo.
¿Cómo notarás el aumento de confianza? Seguramente porque el caballo cada vez querrá dar un paseo más largo. De hecho, él te marcará el límite hasta dónde quiere llegar y qué no deberías forzar. Si no, le pondrás nervioso.
A la hora de caminar con el caballo, procura no alejarte demasiado de él, sobre todo si estáis en un terreno que no conoce, puesto que se asustará.
Montar a caballo
Es el momento donde se demuestra si te has ganado totalmente la confianza del caballo. Comenzar a montar a tu caballo es todo un reto, que debes afrontar poco a poco. Empezaremos enseñándole la cabezada, así como su montura, para que reconozca los objetos e incluso los olfatee. Posteriormente, y con sumo cuidado, le pediremos que flexione un poco el cuello para poder colocarle la cabezada.
Pero este proceso para llegar a montar a caballo, merece la pena que lo tratemos más ampliamente en un próximo post.
Ya sabéis, ganarse la confianza de un caballo requerirá de mucho esfuerzo, tiempo y paciencia. Pero os aseguramos una cosa: ¡vale la pena!
Esperamos que os haya gustado el artículo de esta semana y si tenéis cualquier consulta, ya sabéis que estamos a vuestra disposición en nuestra tienda de Collado Villalba (Madrid), en Facebook y en el email: deraza@tiendahipicaderaza.es